Tapizadas de velos y misterios,
bajo las almohadas de la oscuridad,
se siente un llanto triste y misterioso
que hace lamer el aire.
El viento agudiza su rumor
y agita en su vertiginosa danza
su corazón caprichoso,
en la oscuridad apacible
las sombras tiemblan
con pasión su existencia.
En coro se desplazan
sus imágenes nocturnas
y encienden sus órganos,
mientras sus cuerpos hermanos
coronan las tinieblas siempre vivas.
La noche tiende sus coronas,
mientras sus sombras se desplazan
abrazando sus caminos poéticos,
por aquellos jardines nocturnos.