Oda a los cojines
Ya voy soñando cojines y mis ojos por la noche, los miran y se duermen con ellos. Amo los cojines, […]
Ya voy soñando cojines y mis ojos por la noche, los miran y se duermen con ellos. Amo los cojines, […]
Silencio cerrado alegre y amargo, te mueves en el mar, en la tierra y en el aire. Entre naciones,
Árbol de la infancia, testigo de aquellos días hermosos de verano. En ese lugar encantado te vengo a cantar
Sol de la mañana, alumbras mi cuarto vacío, adornando los rincones más oscuros, vistiéndolos con perfume de oro. Despertando
Ese hombre furtivo y majestuoso, cazador de medio bosque, ¡qué ojos le ven ir y venir!, un par de
Lugar soñado que por las noches te cruzas en colores bordados con tu nombre fijo. Recordando en tu mapa
Toda la sala, una luz apacible iluminaba cada sombra. Lo esencial era ese goce perdurable a música profunda, que en
A esa hora de la noche solo el viento se sentía, caminaba a través del sendero que a mi casa
Aquella mudanza en aquel barrio nuevo alumbró la calle, definiendo miradas de gente curiosa que ilustraban la arboleda. ¡Qué día
!Cómo quisiera ser la alegría en prosa entre toda la gente! Bordar aquellas sílabas en alborozados colores, dar satisfacción y
Una escuelita va naciendo entre bosques, ríos y montes, subiendo y descendiendo manos diestras la trabajan. La aldea que
Manos grandiosas hechas para un poema, que se está escribiendo con palabras y letras. Alegres y amorosas son esas
¡Oh, que pobreza agobiaba aquel infante! descalzo, con harapos y un trapo para sacarle brillo a los zapatos de aquellos
En un sitio conocido tiembla el agua, desde la orilla, el solitario pescador extiende sus manos, llenas de palabras y
Viejo y raído, gastado por la mirada, olvidado en el rincón. en medio de otros tantos se encontraba aquel libro.
Símbolo puro y sin secretos, agitando sus cuerpos sin esqueletos son las letras claras y sin límites. ¡A trabajar
Qué alegría sentir el agua bajo la ducha! su caricia cálida y tierna, se desliza en abrazos y besos.
Ojos de la noche oscuros e invisibles, la tierra dormida tiembla con tu mirada. Tus ojos testigos de los
Bajo las estrellas te meces y el viento te lleva, pasando por las cuatro estaciones de un poema El
Ríe mi corazón, en el fondo una luz y un sueño dulce que le sonríe. Ríe mi corazón, un
Hoy la he visto, mirándome de reojo por la puerta entreabierta. En vano he gastado el tiempo y también el