Silencio cerrado
alegre y amargo,
te mueves
en el mar,
en la tierra
y en el aire.
Entre naciones,
ciudades
y pueblos,
hacia dónde vas,
tu mirada,
tu dolor,
alegrías llevas.
Del sol te cae
un racimo de luz,
de la lluvia
una gota de agua
y del viento
un perfume.
Como un relámpago
cruzas el tiempo
a la orilla esperada,
para llegar a tiempo.
Amigo viajero,
nombres de todo el mundo
en tu corazón transportas,
vistiendo
la muerte en dolor
y la vida en tristeza y alegría.
Basta solamente
un soplo de aire
y estás al otro lado,
donde siempre
hay alguien esperándote
con el corazón abierto,
para vestirlo
en gozo o angustia.