El vaso de agua yacía bordando la mesa
con su nítida y tierna sonrisa
aparecía tu rostro en ella,
¡con que alegría te miraba tus ojos de luna
que resplandecía ante mi mirada de sol¡
Con el sol de frente y la brisa que había,
el agua agitaba su bello amor
aparecía tu ternura y tu imagen tan galante,
¡con que alegría sentía tu cercanía
que dejaba mi corazón latir suavemente¡
El vaso de agua ya eras tu encendiendo el día
con tus bigotes peinados de miel
aparecías con tu cuerpo mojado en dulzura,
¡con que alegría sorbía un trago
que me llenaba mi corazón de alegría¡