Se cruza nuestras miradas
cargadas de misterios y suspiros,
nos miramos en silencio
absortas un momento,
sumergidas y pensativas
elevamos un saludo.
Su mirada me abraza
y me roza de repente,
con asombro y sin palabra
vibra su alegría,
su existencia y su hermosura
palpitando sus pétalos.
Su mirada promete
en un día de fiesta,
un cuento con su aroma
tan definido y deseado,
tan profundo
y tan cerca de mis sueños.