La sala de ensueños

Toda la sala,

una luz apacible

iluminaba cada sombra.

Lo esencial era

ese goce perdurable

a música profunda,

que en tonos

de orquesta y música

su voz propagaba.

Como en sueños armónicos

la visión de cada objeto

se definían en recuerdos de antaño.

Todo dejaba

un sabor dulce en el alma,

todo era familiar.

Como la lámpara de pie

en el rincón definido

y el escritorio de mimbre

con sabor a nostalgia.

Se percibía esa belleza

a primera vista

y ese olor tan complejo

a metáforas aromáticas

que se desprendían

de cada objeto inanimado.

Sombras de remotos recuerdos

cortejaban el tiempo

sin derramar lágrimas.

à

Esas plantas minuciosas

que no quieren irse del recuerdo

porque también pertenecen

a los ensueños poéticos

con sus imágenes verdosas,

con sus selvas de hojas

símbolo de esperanza.

Los colores cantando aventuras

en las entrañas de las cosas.

La alfombra en el centro

como una manzana entera

madura y atravesando

el fondo de un sueño.

El piano silbando música

en fantasía estrellada

y la mesa adornada

con ricos manjares

esperando la reunión familiar.

Desplazamiento al inicio