Los ojos de mi nube
que reinan en mi jardín
mojan ya mi rosa
vistiéndola en fragancia.
Ya lo campos verdosos
murmuran humedecidos
simplemente de orgullo
bajo los ojos de mi nube.
Los ojos de mi nube
admiran al día
escribiendo en el aire
un saludo sonriente.
Los ojos de mi nube
con sus párpados abiertos
encienden el aire
en lluvia de son eterno.