Bordando el tiempo

Mirando las nubes cargadas de atavíos y esperanzas

yacía bordando el tiempo y sembrando mis                   

pensamientos,

cuando aquella silueta masculina tan galante

suspiraba entre una nube y otra,

un verso al instante brotaba danzando a su alrededor

y una ranchera nos saludaba.

 

¡Qué figura tan real sentada en una nube!

me invitaba a bordar el tiempo en un verso al instante,

cuando un rosal de nubes pintaba mi corazón

su mirada me acariciaba a través de un cielo soñador,

con ese placer y mi cuerpo en reposo

nos despedíamos sonriendo con razón.

Desplazamiento al inicio