El árbol desnudo

Ya sin tu aire verde,

tus hojas yacen

en la tierra

larga y profunda.

 

Tu cuerpo todo,

desnudo y melancólico,

no es soledad

ni abandono,

tienes vida y existes.

 

No temas a los hombres

ni a su poda,

el hombre quiere

tu salud serena.

 

¡Qué amargo es tu dolor

al desprenderte

de tu vestimenta amarilla!

 

Tus lágrimas perdidas

volverán a nacer

y rodarán por el suelo.

 

No temas,

la tierra es tuya

y tu corazón

sediento la desea.

 

Sonríe

a tu cuerpo desnudo,

algunos animalillos

te necesitan,

mira como aquella

ardillita te busca.

 

Te miro y te visto

en mis pensamientos,

eres el más bello árbol

de todo el lugar.

 

Tu alma

juega  con el tiempo,

estás mudo en la oscuridad

y durante el día tímido,

pero dichoso.

Disfrutando los besos

del viento, del aire,

del sol, del frío,

de la lluvia y de la nieve.

 

Tu sombra alegre brillará,

espera.

tu cuerpo fabuloso

no inquieta

ni a la luna ni al sol.

 

Estás lleno de encantos

y volverás

a ser lo que eras,

la vida es toda sorpresa.

 

Con nieve,

te vestirás de blanco,

en verano de verde

y en otoño de amarillo.

 

Dulce corazón,

desnudo de hojas,

de flores y de frutos.

 

Nos haces falta,

porque eres la vida,

la luz  al amanecer,

feliz la nube

que te riega.

Desplazamiento al inicio