En el interior de un libro
una hoja en blanco resaltaba
en silencio su espera,
a las letras pronunciarse.
Reales y bellos versos
volando como las palomas
suspiraban deseos y más deseos,
convirtiendo la página vacía
en frutos primaverales
de ensueños y esperanzas.
Una luz rompía el silencio
y surgía una y otra hoja
llenando insaciablemente
el libro vacío en un océano
hambriento de pasión.
Las esperanzas con fortuna
quedaban ya impresas,
albergando el misterio,
la sonrisa sin miedo
y el gozo de unos ojos.