La banca siente nostalgia,
de aquellas horas compartidas
con su dueña amiga que ya no está,
porque el verano se la ha llevado
a todas las estaciones del cielo.
La banca yace en el mismo lugar
donde el sol del amanecer,
del mediodía y del atardecer
sienten juntos su nostalgia
de la dueña amiga que ya no está.
La banca llora y calla en silencio
sin la compañía de su dueña amiga,
se ha resignado, ya no espera
sino guarda sus secretos
y su sonrisa amiga