Yace bajo la mirada
tan rara,
la hoja aliviada,
de las pisadas
Ya cansada
y olvidada,
descansa
bajo la ramada.
Sola bajo la sombra
dormida,
parece una alfombra
afligida.
Su alma encendida
al día,
ya no está oprimida
todavía.
Le rodean blancas flores,
que van dejando
sus olores,
todas juntas cantando.
Tu corazón ya dormido,
descansa del frío y del viento,
ya no está adolorido,
tu sueño ya es un cuento.