El abrecartas

El abrecartas de piedra lapislázuli

con su diminuta forma de moai,

yacía solitario y olvidado

sobre la noche apagada,

esperando encender el día.

Su único hermoso juego

eran sobres y más sobres,

que esperaban impacientes

su caricia amiga,

alumbrando sus fieles contenidos.

Un gran número de cartas

en un desordenado cúmulo,

necesitaban su ayuda

cada día, cada momento,

sonriendo su pragmática figura.

¡Abrecartas de lapislázuli ¡

ten piedad de un corazón

que espera impaciente

pidiendo con desesperación

ser abierto y leído con razón.

Desplazamiento al inicio