La ciudad dormida

Despierta el día el silencio,

solo el viento sopla a su alrededor

saludando al jardín en flor,

un concierto de oboe de Bach,

sonríe a esa callada mañana.

 

Buses ni metros corren,

ya tienen a la ciudad dormida,

la huelga ya empezó,

un sosiego perenne

inunda el aire al amanecer.

 

Jardín de lava, sus rosas rojas

todas ellas silenciosas expiran,

fragancias el aire esparce,

un ave  en cortejo

tiembla su silencio candente.

 

La ciudad dormida vestía

al amanecer tentador,

con sus ojos estrellados

una nube vestida

levanta lujosa su cabellera.                         

 

 

Despierta el día el silencio,

tientan sus almas misteriosas

sin sus rayos encendidos,

el crepúsculo del día

ilumina la candente tierra.

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