Yace una rana hembra en un riachuelo,
esperando a su amado macho con anhelo,
llegará, llegará en algún momento
sonriendo y muy contento.
¡Muy buenos días señora rana!
dice el macho sonriendo con ganas.
Suspirando de amor muy quieto
le enciende un saludo muy coqueto.
Desesperada ya por su tardanza,
le saludo con una danza.
Dice la rana a su amante sin amargura
¡oh bésame, mis labios con ternura!
¡ Eres la rana hembra más hermosa,
de este riachuelo tan misterioso!
Con placer le entrego un beso muy honrado,
cantándole un verso muy apasionado.