Lugar soñado
que por las noches te cruzas
en colores bordados
con tu nombre fijo.
Recordando en tu mapa
de norte a sur
tu voz de litoral,
tu sonrisa de cordillera
en sueños reales y presente.
Dueña de mar y cordillera,
te anuncias con orgullo,
tampoco lo sabes
como otros ojos y oídos
en ausencia te desean.
Es mucho el tiempo perdido
en otro mundo lejano,
pero sin olvido al paraíso
te deseamos entre números y letras,
con sonidos sin ausencia
estamos presentes
entre gozos inolvidables.
Allí te mueves en sueños,
en nítida realidad divina
agitando tu alma tan clara y abierta,
a través de caminos largos y angostos,
en nostalgias de noche y de día.
Cientos de brazos ausentes se abren
para amar tu cuerpo,
tu alma y tu sombra lejana,
dónde quiera que estés
sin rencor a la despedida.