Querer en silencio
una sombra invisible
de un amor deseado,
entre sueños vacilantes,
atormenta corazones.
Por las noches
preguntas sin respuestas
se enciendes sin aroma.
Lejana sombra,
como eres te deseo,
perdona si te busco
pero el tormento me hiere.
Te quiero y te deseo,
sin pasado ni preguntas.
Sola y errante,
con ansias y anhelos,
esperando con confianza
un milagro deseado.
Preguntándole a los sueños
si aún me espera ese amor divino.