¡Qué forma de querer!

Querer en silencio

una sombra invisible

de un amor deseado,

entre sueños vacilantes,

atormenta corazones.

 

Por las noches

preguntas sin respuestas

se enciendes sin aroma.

 

Lejana sombra,

como eres te deseo,

perdona si te busco

pero el tormento me hiere.

 

Te quiero y te deseo,

sin pasado ni preguntas.

 

Sola y errante,

con ansias y anhelos,

esperando con confianza

un milagro deseado.

 

Preguntándole a los sueños

si aún me espera ese amor divino.

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