¡Buen día mi señora chinita!
¡Buen día mi señora chinita! no sabe cuanto la aprecio pero tengo algo que contarle, su traje de color rojinegro […]
¡Buen día mi señora chinita! no sabe cuanto la aprecio pero tengo algo que contarle, su traje de color rojinegro […]
Con tu nombre en mis oídos, me resuenas poesía, oh, bonsái hermoso, te invito a danzar y a cantar juntos,
Tus manos, de tierra son, tu tierra, versos cubiertos de misterio, tu arena, colores sedientos de belleza blanca tu gente,
Bajo la noche opulenta de astros, el bosque se lamenta, porque su silencio se convertirá en sangre. Ya de
Hombre, perro y camino cantas pasos desmesurados alegrando el día esperado, te deslizas en silencio bordando tu camino. Hombre, perro
El señor gallo cantor ya no quiere despertar, le teme al gato micifuz que ronda sinrazón, oír al gallo cantar
Ríen tus colmenas laberínticas, desprendiéndose tus bellas sonrisas formando paisajes inauditos en pintoresca hermosura. Tu sonrisa otoñal termina en
El sol fuerte le cojo entre mis dedos, a la orilla de la fuente me siento en su sombra, ¡qué
Buscan y se cruzan sus colores cálidos y fríos, con sus nombres las llamamos besando sus palabras, todas ya vestidas
Este es el cuento del hombre y su perro que según los testigos los veían en el parque del barrio,
La bicicleta rueda por las calles vacías bajo los ojos de un esplendoroso día, su lírico silbido y su
Con mis deseos escucho surgir la melodía, en el aire balsámico de una ranchera amiga, dando vueltas y más vueltas
Toda la sala, una luz apacible iluminaba cada sombra. Lo esencial era ese goce perdurable a música profunda, que en
A esa hora de la noche solo el viento se sentía, caminaba a través del sendero que a mi casa
Era un día nublado que arrebataba el aire y más encima con esa niebla espesa que no se veía un
En lo más íntimo de un baúl los recuerdos devoraban Instantes de nostalgia, el tiempo ya vestido encendía su hoguera,
Entrelaza con paciencia su tiempo, Ilumina a sus queridos pacientes con sus mágicas y bellas manos transformando su malgastada dentina.
Luna lunita, lunita luna, hermosa te ves descender del cielo. Atravesando el firmamento entre estrellas y guitarras, mis ojos
Aquella mudanza en aquel barrio nuevo alumbró la calle, definiendo miradas de gente curiosa que ilustraban la arboleda. ¡Qué día
Todavía Edmundito en nuestros pensamientos nos pareces todo el tiempo un sueño, te vemos con tu sonrisa más hermosa que
!Cómo quisiera ser la alegría en prosa entre toda la gente! Bordar aquellas sílabas en alborozados colores, dar satisfacción y
En el lugar más bello la mirada no se aparta, millones de ojos le miran. En un álbum le conservo
Una escuelita va naciendo entre bosques, ríos y montes, subiendo y descendiendo manos diestras la trabajan. La aldea que
La jarrita de té sobre la mesa redonda respiraba impaciente esperando un sorbo de su exquisitez en unos labios carmesí,
En la honda calle Lanalhue yace la altiva casa Edmundito, vestida toda de recuerdos suena algarabía Con su visión
¡Muy buenos días señor Sol! con la melodía de sus rayos conquista este día sin su mantel de nubes.
En una honda tarde de invierno la señora nieve iba dejando sus huellas, con sus nombres en las pisadas que
Estimado señor misterio, a la deriva de un camino dejé una gota del silencio, que mi corazón dolorido me pidió
Perdí mi canción en un diluvio de lágrimas, a esa hora de la siesta donde los ojos caen y el
Estaba la luna cantando mientras los niños dormían, entonces las estrellas brillaban en el silencio de la noche. Estaba
Besa al día con su vestido dorado el sol de mediodía, la alegría de sus brazos se esparce en el
Ya llueve tristeza en la tierra, en el aire y en el agua de ese país de cordillera y de
Mientras la luna se retiraba a su aposento la lluvia tenía unas ganas locas de caer, el sol le impedía
Manos grandiosas hechas para un poema, que se está escribiendo con palabras y letras. Alegres y amorosas son esas
Mientras, los sueños ya despiertan sonriendo a la vida, muestra el día su belleza a la mañana. Mientras, las sonrisas
Te veo surgir de la nada, entre luces de colores y soles bordados. Tus brazos se doblan y se levantan
Cultivando una rosa roja en el jardín de mi casa, mientras el sol besaba la tierra aún húmeda, ¡era el
Su figura masculina resaltaba con las miradas, que le daban cada mañana la curiosa sed infantil. Su palacio escogido,
Viajan juntas en el tren al zoológico encantado, el viaje un motivo sin reglas lo disfrutan ambas con gozo. La
¡Oh, que pobreza agobiaba aquel infante! descalzo, con harapos y un trapo para sacarle brillo a los zapatos de aquellos